miércoles, 30 de mayo de 2012

Just upon a smile...



Algunas de las frases de esta canción me gustaría decírselas a una persona que me es muy preciada e importante.

Nunca dejes de sonreír.

sábado, 14 de abril de 2012

Final y comienzo.

Con cada entrada nueva me convenzo más de que esto parece más un diario que otra cosa. Pero bueno, por algo es mi cajón de pensamientos.

Realmente no veo por dónde empezar, pues en las últimas 48 horas han sucedido muchas cosas y se me está haciendo un poco difícil asimilarlas. "Nunca llueve eternamente", una de las más famosas frases (si no la más) de la película El Cuervo. Y al igual que nunca llueve eternamente, nunca luce el sol eternamente, y tanto las cosas buenas como las malas empiezan y acaban.

Ayer nos dijimos adiós, un adiós definitivo, rotundo e irreversible. Un adiós doloroso como un puñal clavado en el corazón, un adiós que puso sobre mis hombros un negro manto de tristeza y agonía.

Sin embargo no puedo dejarme caer en el pozo de oscuridad que se cruza en mi camino, no puedo permitirme caer en la autocompasión. He de obligarme a mirar al rayo de luz que está detrás del pozo, rodear  éste y continuar mi camino en la claridad y la esperanza.

Han sido momentos malos y momentos buenos, como en toda relación, hemos tenido risas y hemos llorado, hemos tenido palabras de amor y de dolor. No me arrepiento de haberme enamorado.

Sin embargo aun hay algunas espinas en mi alma, espinas que desangran mi corazón desde dentro. A pesar de haber aceptado el final de esta etapa sigo encogiéndome al pensar que esta noche, y la semana que viene, y la siguiente conmartirá el calor de las sábanas con él, serán sus besos los que encuentre en la noche y sus caricias las que la despierten por la mañana. No puedo hacer nada por cambiar esta situación, pero tampoco puedo evitar pensar en ello.

Pero el dolor puede ser un poderoso aliado, puede ser una poderosa armadura forjada en los fuegos del corazón, templada con la fría mente y colocada pieza a pieza por las callosas manos del experimentado.

Hoy comienza una nueva era para mí, un nuevo propósito que he de cumplir fielmente. Mi nueva armadura me ayudará en mi misión, protegiendo mi corazón y manteniendo dentro un recuerdo. Y a pesar de que una parte de ese recuerdo es en extremo dolorosa, otra me ayuda a dar un paso más, y otro, y otro, y otro...

Gracias, Cristina, por ser mi armadura.

viernes, 6 de abril de 2012

Heridas.

Vaya, hace tiempo que no me paso por aquí a dejar mis desvaríos mentales. Debería contar más cosas de que digo, y callarme menos de lo que lo hago. Hoy toca una mezcla de pensamientos y diario.

Hoy en particular muchas cosas me dan vueltas a la cabeza, tantas que no se por dónde empezar. Anoche no podía dormir y en parte era por esto. Aunque supongo que al final me pasa como a todo el mundo, si no es miedo es vergüenza, y sino alguna otra cosa que me impide expresarme con libertad y claridad.

Hoy estaba dolido, dolido con la que probablemente sea la mujer a quien más he amado nunca a excepción, claro está, de mi madre y mi hermana. Dolido por algo que pasó anoche y esperando que se diese cuenta y me dijera algo, ya no una disculpa, sino al menos una palabra cariñosa, un te quiero, algo. Lejos de suceder eso hemos discutido y he descargado mi ira verbal contra ella, he dicho muchas cosas que han pasado fugazmente por mi mente y las he soltado como quien abre una presa y deja salir un torrente de aguas descontroladas y arrolladoras contra un bosque de arboles jóvenes y vulnerables.

No había terminado de hablar cuando he comprendido el enorme error en que estaba incurriendo.

Mis palabras han sido el resultado de meses de sentirme inútil, de sentirme la cutre segunda parte de una película sin argumento, como un títere manejado hábilmente por su titiritero, como una mosca atrapada en una dulce telaraña de la que no quiere escapar aun sabiendo que acabará con su vida, de no sentirme importante.

Creí haberla perdido, han sido palabras muy duras y he intentado mantener la mente ocupada en otras cosas para no pensar en lo que acababa de hacer y lo que (yo pensaba) acababa de perder. he intentado distraerme en el ordenador, hablando con unos amigos, jugando por internet, pero nada daba resultado, constantemente venían a mi mente las terribles cosas que había dicho.

Casi a la hora de la cena y para mi gran sorpresa me ha llamado a casa, hemos hablado y hemos jugado un poco a uno de nuestros juegos favoritos, todo parecía ir genial, como si nada de lo anterior hubiera pasado. Demasiado bueno para durar. Hablando por teléfono hemos vuelto a pelearnos, no sabría decir cómo ni por qué, pues ni yo mismo lo he visto venir. Solo se que de nuevo nos hemos dicho cosas horribles.

Sin embargo, después de esta segunda pelea no me sentía arrepentido por haber dicho nada fuera de lugar. Los sentimientos y sensaciones que me invadían eran de rabia e impotencia, por ver como la persona que amo trata mis sentimientos como si no le importasen en absoluto. ¿Se sentirá ella igual que yo? No lo se y nunca se lo preguntaré, no puedo expresarle mis sentimientos porque cuando lo he intentado me he dado con un muro de frente.

Terminado el relato de sucesos del día (por desgracia estos hechos se suceden bastante a menudo en nuestra "relación") intento pensar con frialdad y elocuencia sobre todo esto pero no consigo darle coherencia a mis pensamientos, no consigo sacar nada en claro. La amo, más de lo que ella nunca sabrá, más de lo que yo mismo creo que la amo, y sin embargo cada vez nos alejamos más. Ambos somos personas, tenemos defectos y virtudes y nos equivocamos, pero últimamente nos equivocamos demasiado, es un golpe tras otro, sin tiempo para levantarnos del anterior nos golpeamos otra vez.


No se que pensar, puede que todo esto sea un error, puede que ella estuviera mejor sin mí y viceversa, puede que nos hagamos daño porque no terminamos de comprender los sentimientos del otro y no nos paramos a intentarlo siquiera. No se como se siente ella en su disyuntiva y creo firmemente que ella no sabe como me siento yo en estos momentos. A pesar de mantener un contacto muy fuerte tengo la impresión de que cada día nos conocemos menos y hacemos menos por conocernos.


Si seguimos así acabaremos destruyéndonos mutuamente y destruiremos el sentimiento que más debe atesorar una persona, el amor.

martes, 14 de febrero de 2012

Destinos y futuros.

Hoy he tenido una conversación con cierta persona, y al final he llegado a una conclusión. Me gustaría compartirla porque pienso fielmente que mi afirmación es correcta.

Los pensamientos pesimistas conducen a destinos nefastos, mientras que los pensamientos optimistas conducen a futuros esperanzadores.

Esta entrada es gracias a ti. Te amo.

sábado, 7 de enero de 2012

Pensamientos Atemporales.

Gracias por descubrirme un lugar donde volcar las palabras que no puedo pronunciar.

Mi nombre es Javier, tengo 23 años y resido en Almería, mi intención no es escribir un diario, aunque por el inicio de este blog pueda dar a entender eso. La finalidad de este documento es compartir conmigo mismo y con  mi teclado algunas ideas que rondan mi cabeza.

Llevo un tiempo encerrado en casa, un par de meses aproximadamente, y ésta tarde me han llamado mis amigos para tomar café, he de reconocer que al principio la idea no me llamaba mucho la atención, pero al cabo de un rato me parecía que realmente sí me apetecía ir. He conocido gente nueva, me he reencontrado con gente a la que no veía desde hace años, y en definitiva he pasado una buena tarde.

Tras el café hemos dirigido nuestra tropa hacia el skate park, a saludar a la gente del barrio. Estando en el skate park me he dado cuenta de algunas cosas. Principalmente que no nos damos cuenta de que nos pasa el tiempo, casi imperceptible pero no se detiene, y los juegos, las aficiones y las actividades que hacíamos y hacemos cambian en casi todas las personas. Tras sentirme incapaz de hacer algo que hacía con 14 años me he planteado una pregunta. ¿Ocurre lo mismo con todo? Es decir, ¿Se olvida todo en esta vida con el paso del tiempo?¿Olvidamos a las personas y los sentimientos?¿Olvidamos las amistades y los recuerdos? Sobre todo eso. Los recuerdos. ¿Realmente los olvidamos?

Creo no estar seguro de la respuesta y supongo que dependerá de las personas.